jueves, 23 de febrero de 2012

ALTERACIONES EN LA PERCEPCIÓNDEL SABOR


Cambios en el Estilo de Vida >> Nutrición en el paciente con cáncer de páncreas. Generalidades Los pacientes con cáncer de páncreas suelen tener dificultades para alimentarse adecuadamente. Como consecuencia, se genera un desgaste físico progresivo que se acompaña de debilidad, agotamiento, menor resistencia a las infecciones y dificultad para tolerar el tratamiento.


Es muy importante comer bien mientras se recibe tratamiento para el cáncer. Esto implica seguir una dieta equilibrada que contenga todos los nutrientes necesarios para el organismo. La dieta debe ser rica en calorías para mantener el peso en un nivel adecuado y una reserva de proteínas suficientemente alta para ayudar a la recuperación de los tejidos sanos que también se ven dañados como consecuencia del tratamiento.


Las recomendaciones en los pacientes que están en tratamiento se centran en comer alimentos ricos en calorías y proteínas. Esto se consigue tomando más leche y queso (bajos en grasas) y huevos, o empleando aceite de oliva, mantequilla y margarina. En algunos casos se desaconsejará ingerir alimentos ricos en fibra para no empeorar problemas como la diarrea.
Los pacientes con cáncer de páncreas suelen tener dificultad para alimentarse adecuadamente.
Tratamientos oncológicos y alimentación
Las células normales del organismo crecen y mueren de una manera controlada. Las células de un tumor crecen sin control y de una forma más rápida que las normales. Los tratamientos anticancerosos buscan destruir la enfermedad, matando las células que crecen rápidamente. Lamentablemente estos tratamientos no se pueden dirigir únicamente hacia las células cancerosas y hay células sanas más sensibles (como las de la médula ósea, las del pelo o la boca, o las del estómago e intestino) que también se ven afectadas. Esto causa efectos secundarios que pueden originar problemas con la alimentación.


• La cirugía del páncreas puede reducir la absorción de grasas, proteínas, vitaminas y minerales, y ocasionar diarrea y pérdidas importantes de líquidos y minerales.
• La quimioterapia puede provocar anorexia (falta de apetito), náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento, inflamación y úlceras en la boca, cambios en el gusto de la comida e infecciones. La frecuencia y gravedad de estos síntomas dependen del tipo y la dosis de los medicamentos administrados.
• La radioterapia sobre el abdomen puede causar diarrea, náuseas y vómitos, inflamación del intestino o del recto y formación de fístulas. También puede originar cansancio. Los efectos a largo plazo pueden incluir obstrucción e inflamación crónica del intestino y una mala absorción de los alimentos.
• La terapia biológica puede causar fiebre, cansancio y debilidad, y puede llevar a una pérdida del apetito y a una mayor necesidad de calorías y proteínas.


La cirugía del páncreas puede reducir la absorción de grasas, proteínas, vitaminas y minerales, y ocasionar diarrea y pérdidas importantes de líquidos y minerales.


Efectos en el paciente con cáncer de páncreas
ALTERACIONES EN LA PERCEPCIÓNDEL SABOR
• La disgeusia, o alteración del sentido del gusto, es un síntoma habitual durante la quimioterapia que suele desaparecer cuando se suspende el tratamiento. Los pacientes notan que la comida tiene un gusto metálico o amargo. No es extraño que la comida, especialmente la carne y otros alimentos ricos en proteínas, adquieran un sabor desagradable, diferente del normal o que tengan mucho menos sabor.


• Las náuseas y los vómitos son dos de los efectos secundarios más comunes de los fármacos anticancerosos, especialmente de la quimioterapia. A pesar de que los tratamientos han progresado, continúan siendo efectos secundarios preocupantes, ya que pueden afectar a la capacidad del paciente para recibir su tratamiento y cuidar de sí mismo.


Las náuseas y vómitos aparecen ante la presencia de estímulos, olores, sabores, movimientos, irritación del estómago o intestino, ansiedad, o como consecuencia de los mismos medicamentos quimioterápicos, que inducen la aparición de sustancias químicas (neurotransmisores) que excitan el llamado «centro del vómito» situado en el cerebro, desencadenando así el reflejo de las náuseas y los vómitos.


Quienes reciben radioterapia en la región gastrointestinal también son más propensos a las náuseas y vómitos, ya que es una zona muy sensible a la misma.


Las náuseas y vómitos causados por el tratamiento pueden mejorar o desaparecer con cambios en la dieta y con medicamentos llamados “antieméticos”. Las técnicas de relajación también pueden ayudar a mejorar esta situación.
FALTA DE APETITO
• La pérdida del apetito (anorexia) también es frecuente en los pacientes que reciben tratamiento para el cáncer de páncreas. La anorexia se puede acompañar de una pérdida considerable de peso y de una carencia de proteínas, fundamentales para reparar los tejidos sanos dañados.


Los diferentes tratamientos provocan pérdida del apetito en gran medida debido a sus efectos secundarios: la cirugía puede alterar la absorción de los alimentos cuando se extirpa parte del tubo digestivo; la radioterapia puede provocar un cansancio importante; la quimioterapia altera la absorción de los alimentos al dañar las células intestinales; los cambios en la percepción del sabor, las náuseas y los vómitos pueden hacer que el paciente prefiera no comer para tener menos molestias. Por último, las terapias biológicas pueden provocar cansancio, fiebre y dolores musculares, lo cual dificulta tareas cotidianas como comprar y preparar la comida.


El apetito suele recuperarse unas semanas después de finalizar el tratamiento. INFLAMALAGAS EN LAESTREÑIMIENTO
• La fatiga es uno de los síntomas más comunes en el paciente diagnosticado de cáncer. Entre el 75-90% de los pacientes la experimenta durante el tratamiento, y en muchos casos puede persistir meses después de finalizarlo, condicionando el regreso a la vida familiar, social y laboral. A la aparición de la fatiga contribuyen la propia enfermedad, el tratamiento y sus efectos secundarios (especialmente la anemia), la nutrición y los trastornos del sueño. Es habitual que aparezca cuando el organismo necesita más energía de la que es capaz de producir a partir de la dieta, de manera que los factores nutricionales están fuertemente relacionados con este efecto secundario.


Entre los consejos para disminuir la sensación de fatiga se encuentran descansar en su justa medida (no abusar del tiempo de sueño), mantener cierto nivel de ejercicio ajustado a objetivos razonables, beber muchos líquidos e ingerir comida energética como hidratos de carbono y proteínas, y dosificar el esfuerzo a lo largo del día para no extralimitarse.


Bibliografía
· Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Recetas de cocina y autoayuda para el paciente oncológico: http://www.seom.org/es/infopublico/publicaciones?start=10
· Fisterra. La nutrición en el paciente con cáncer: http://www.fisterra.com/guias2/nutricioncancer.asp
· National Cancer Institute. La nutrición en el tratamiento del cáncer: http://www.cancer.gov/espanol/pdq/cuidados-medicos-apoyo/nutricion/Patient
· Universidad Nacional de Educación a Distancia. Recomendaciones dietéticas para el paciente con cáncer: http://www.uned.es/pea-nutricion-y-dietetica-I/guia/cancer/recomendaciones.htm
· Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición. Recomendaciones nutricionales para el paciente con cáncer: http://82.223.160.54/seen/pdf/recomendaciones/paciente-cancer.pdf
Clínica Universidad de Navarra. Consejos prácticos para la nutrición del paciente con cáncer: http://www.cun.es/areadesalud/tu-salud/nutricion-y-salud/consejos-practicos-en-la-nutricion-del-paciente-con-cancer/

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