Después de que la mujer se haya sometido al tratamiento para la eliminación del cáncer de mama, tiene que realizar unos controles más estrictos durante los cinco primeros años. Pasados éstos deberá seguir controlándose como cualquier mujer sana.
Los controles son los siguientes:
Durante los dos primeros años, tendrá que realizarse exploraciones físicas cada tres meses y una mamografía anual.
Durante los siguientes tres años, las exploraciones físicas las realizará cada seis meses y la mamografía también será anual.
Estos controles no precisarán de ninguna otra prueba siempre que la mujer se encuentre asintomática y su médico así lo crea conveniente.
Otras pruebas que no son infrecuentes son un análisis de sangre, una radiografía de tórax y una radiografía ósea seriada. Se puede realizar alguna otra prueba relacionada con cualquier sintomatología que presente la paciente
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